El día 6 de febrero de 2020, tres individuos vestidos de civil y sin orden de detención se presentaron en el domicilio de Boris González Arenas, un periodista independiente. Al negarse a acompañarlos, fue conducido con violencia a la estación policial de Zapata y C en el reparto Vedado de la capital. Después de permanecer en el calabozo por una hora, Boris fue conducido ante un inspector del Ministerio de Comunicaciones quien le decomiso su teléfono celular y le impuso una multa de 3000 CUP (120 €) por difundir a través de las redes pública información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas. Posteriormente se presentó Adiel Félix García Sánchez, jefe del sector de la Policía Nacional revolucionaria del barrio de Boris quien le multó por no asistir a citaciones y le levantó un acta de advertencia. Al salir, agentes de la Seguridad del Estado llevaron de nuevo a Boris a la misma celda en la que había estado antes mediando amenazas de todo tipo mientras lo conducían. Momentos después lo esposaron y condujeron en otra patrulla hasta la estación policial de San Miguel del Padrón y después de un rato le liberaron.
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