Debido a la insistencia de la víctima para que fuera trasladado del centro penitenciario de El Chungo, por su mal estado de salud, y dado que requería tratamiento médico y medicamentos no disponibles en ese centro penitenciario, por mediación e intervención del oficial de guardia apodado Pioto, el oficial Rogelio Hernández Velázquez autorizó su traslado al campamento penitenciario, El Molino, (adscrito a la Prisión Provincial de Las Mangas y a 8 km de El Chungo. Según el detenido, fue trasladado a pie alrededor de las 20.00 horas (8 Km) bajo la alegación de que no había petróleo para el transporte, a pesar de su mal estado de salud. A su llegada a la Cárcel Provincial de Las Mangas, la asistente de los servicios médicos, Milena Guer, tuvo que administrarle un goteo intravenoso, para que se recuperara del esfuerzo realizado durante el viaje. Poco después se despertó y vio a un uniformado que no pudo identificar, que le manipuló el brazo, justo por donde entraba la aguja de la intravenosa, y se fue rápidamente. Poco tiempo después, sintió que su brazo se entumeció y llamó al personal médico, que detectó que la aguja estaba fuera de la vena y que el líquido había causado una gran hinchazón.
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CMPE/55