Daimis Leyva Proenza contactó a la empresa a cargo del alcantarillado debido a su mal funcionamiento, que suponía un problema para su salud y la de sus hijos. La empresa contestó que no había medios para arreglarlo, por lo que Daimis se dirigió al gobierno de su municipio, que le dijeron que lo transmitirían a las personas a cargo. Nadie contactó con ella, por lo que acudió a Salud Pública, quienes acudieron a su casa, pero no hicieron prácticamente nada por ayudar.
Tras tres meses, sus hijos enfermaron de dengue y zika, siendo tratados en el Hospital Pediátrico de Banes. Del hospital fueron mandados a casa debido a la falta de espacio, recetándoles paracetamol. Al dirigirse a las farmacias del municipio, resulta que el medicamento estaba en falta. Daimis llamó indignada al oficial de guardia del gobierno, quien contestó que se encargarían de este tema otro día.
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DVVF/34