Golpeado por la policía, por no querer dar la contraseña de su teléfono

El abogado independiente y defensor de los Derechos Humanos José Ernesto Morales se encontraba en la Calle Rafael Morales, Pinar del Río, cuando fue detenido arbitrariamente por dos policías que lo requisaron y llevaron a la Estación de la Policía de Pinar del Río en el patrullero 102. Ahí tuvo que esperar 2 horas a que llegara un oficial conocido por Mano de Hierro quien se encerró con señor Morales en una oficina. Le dio un orden de que quitara la contraseña de su móvil, pero Morales no le hizo caso, entonces Mano de Hierro lo golpeó dos veces por la clavícula. Luego llegaron 8 policías que rodearon al defensor y le ordenaron llevarlo al calabozo acusándolo de desacato a la autoridad. Cinco minutos después apareció en la oficina el Mayor Juan Pérez, jefe de la Seguridad del Estado, que le ordenó a Mano de Hierro que le abriera un expediente de peligrosidad por no tener vínculo laboral y por ser un defensor de Derechos Humano no legalizado por el Estado. Al abogado le decían que se preparara, que a partir de ese momento ni el, ni su familia iba a vivir tranquilo, porque diariamente iría su casa. Fue puesto en libertad después de 4 horas, con una advertencia y una multa por desorden público.