Dama de Blanco y su familia fueron golpeados en Holguín

Rosa se dirigía al cementerio con su familia (su esposo Alberto Pedro y tres hijos: Yadier, 13; Yunier, 15 y Yunior Alberto, 25 años) a poner flores a su fallecida madre. Iba a recoger a su hermana Elena y su esposo pero cuando se estacionó en el borde de la carretera, escasos metros de ellos se estacionó un camión rojo de marca Ford, del cual se desmontaron dos individuos desconocidos, empuñando un tubo en sus manos y comenzaron a proferir frases obscenas y ofensivas y luego los golpearon. A pesar de la gran concurrencia de personas en aquel entorno de la vía pública, los delincuentes no escatimaron. Su hijo Yunior, aunque estaba casi desmayado y tinto de sangre, continuaron golpeándolo en el suelo. Elena recibió un golpe en un globo ocular y en los glúteos; a Yadier lo golpearon con uno de los tubos en la espalda, que lo obligó a mantenerse en la casa con falta de aire y fiebre; y a Yunier le propinaron un puñetazo en la región de las vértebras cervicales. Durante la golpiza, uno de los malhechores le dijo a Rosa: "Esta vez te salvaste, pero la próxima, te pasaremos a tus hijos y a ti, las ruedas mellizas del camión por encima." En medio de aquella trifulca, apareció un individuo vestido de civil quien dijo ser policía, sin mostrar documento que lo acreditara, el cual en lugar de actuar como agente del orden público, le propinó a Rosa dos bofetadas y le dijo: "Prostituta, tú eres representante de las Damas de Blanco en Holguín". De repente apareció un policía desconocido, quien recogió los tubos y les dijo a las víctimas que se fueran para la casa a curarse que allí no había ocurrido absolutamente nada. La golpiza fue tan desmedida que el esposo de Rosa fue llevado de urgencia al hospital Lenin. Su estado calificaron como "lesiones graves con peligro inminente para la vida" y le extirparon el bazo. También recibió un golpe traumático en la cavidad craneana que no requirió de sutura. Yunior Alberto, recibió politraumas, entre los que se destacan: golpes en las regiones intercostales y en un brazo, fractura lineal de cráneo en la región frontal, que requirió de sutura. A Elena, no le quisieron presentar asistencia médica. Los hijos luego fueron llevados para el hospital pediátrico sin avisarle a nadie. Un policía les contó a los infantes sin interesarle la candidez de los infantes y estar aterrados por lo vivido que su papá Alberto Pedro estaba grave y que peligraba la vida porque lo estaban operando. Como consecuencia de las lesiones sufridas, la familia de Rosa ha incurrido en cuantiosos gastos financieros por concepto de medicamentos, transporte y comida. Recientemente, Rosa, como iniciativa propia y por sus medios indagó sobre la identidad de los delincuentes y pudo conocer que estos se nombran: Aristides Fernández Pérez, Raúl Fernández Leyva, padre e hijo respectivamente. Rosa también formuló una denuncia que presenció a la Fiscalía Municipal de Holguín, pero nadie le ha respondido.