Detenido después de grabar una conversación de la policía

La víctima se encontraba en la calle cuando vió a un motorista saltándose el pare obligatorio y sin casco. El vigilante de carretera lo paró, pero para sorpresa de la víctima el vigilante solamente lo paró para conversar. Es entonces cuando la víctima comenzó a grabar dicha conversación ya que le causó indignación, pues el vigilante abusa en ocasiones de otros ciudadanos. La víctima manifiesta que esta conversación se estaba llevando a cabo en una esquina donde no está permitido y constituía un delito. Mientras la víctima grababa, el motorista se dió cuenta y el vigilante le dijo: "¿Quién cojones eres tú para estarme grabando?" Intentó arrebatarle su teléfono, pero él se resistió. El agente tiró a la víctima al piso aplicando la fuerza, quedándose la víctima prácticamente desnuda porque se le baja el short que traía. Es entonces cuando acuden al lugar dos policías de orden público, y entre los tres policías le quitaron el teléfono, y la víctima entre este forcejeo logró pasarle el teléfono a un amigo, al que persiguió también un miembro de respuesta rápida. La víctima manifiesta que le pusieron las manos en la espalda violentamente, levantándole por ellas con un dolor irresistible, poniéndole las esposas bien apretadas que incluso le dejaron marcas y las manos hinchadas. Después lo arrastraron por el piso hasta el carro patrulla, llevándolo a la estación policial. Una vez allí, el vigilante de carreteras solicitó una prueba de alcohol, donde pidieron a la doctora que lo incluyese en el informe, a lo que la doctora se negó pues la prueba dió negativo. Una vez en la estación de policía el vigilante acusó a la víctima de resistencia al arresto, por lo que la víctima fue llevada para los calabozos hasta el día siguiente, soltándolo con una multa de 1000 pesos (30€), haciéndole entender a la víctima que le estaban haciendo un favor por no llevarlo a los tribunales. Le pidieron que no publicara el vídeo, ya que degradaría al Ministerio del Interior.